Será difícil salvarme de las llamas
ya que ya estoy condenado,
aunque siga suspendido en este abismo
esperando.
Será inútil buscarme entre tanta gente
ya que ya estamos tan solos,
aunque siga suspendido en este abismo
esperando.
Será imposible mantenerme alejado,
aunque no estoy sentenciado todavía,
aunque siga suspendido en este abismo
esperando.
Y mientras tu amor no ceda un par de renglones
y mi margen dé el espacio necesario
seguiré yo, mi prisión, aquellos folios, mi pluma
y el desierto de mi consciencia
suspendidos en este abismo
esperando.
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En este poema aparece un recurso que he acabado usando mucho, y quizá demasiado, la repetición de palabras iguales con distinto significado, así como otro, que viene del universo musical que me envuelve, la repetición de frases. Por eso aparece ya que tras leerla de nuevo tras tantos años, ha perdido la fuerza de entonces. Pero me permite continuar con los versos aparecidos en Dolor de Espejos.
ResponderEliminarY siguiendo con esto, a pesar de mi intención de colgarlos todos tal y como aparecieron en su día, hay algunos que desaparecerán en esta edición, y en su reedición en papel. De echo, este era el tercero. El segundo verá una nueva versión más entretenida.