domingo, 16 de agosto de 2009

Bruma

Y en lo alto de un triste mástil

un triste vigía observa

y espera,

triste.

viernes, 7 de agosto de 2009

Prólogo

Supongamos que este libro no tiene principio….

Podrían decir que esto es una inmensa tontería; que, de hecho, lo tiene, bien o mal puesto, pero lo tiene y además al principio mismo. Pero no es más que una mera suposición. Así que, armados de paciencia, supongámoslo.

El tener o no principio es un ejercicio preliminar, quizá tengamos problemas más complicados a lo largo del texto, siempre que se suponga que hay texto.

Sabemos ya que no tiene principio, lo cual nos lleva a poder imaginar cualquier principio. Como no lo tiene, cualquiera sería válido. Por ejemplo, supongamos el principio que tiene. ¿Podríamos afirmar inequívocamente que ese es su principio? Es más, ¿serían todos los principios que imaginamos iguales?…¿y serán todos ellos iguales, por tanto, al principio que suponemos?

Bueno, hemos demostrado, entonces, que este es el único principio que se podía poner a este libro y todos hubiésemos coincidido en él, pero…¿esto hace que sea el mejor principio?

De la misma manera podríamos suponer que no tiene final, pero eso es un martirio que deseo no crearles, teniendo en cuenta que todavía no hemos llegado a ello. Aunque de no tenerlo siempre podríamos crear uno simplemente cerrando el libro.